Mezcal Fiestero

Mezcal Fiestero

Los mezcales son muestras de afecto y cariño, tal como lo fuera una flor, acorde a la ocasión, evento, ritual o festividad, cada uno tiene un mezcal para ofrecer.
De acuerdo al valor de cada mezcal es la importancia simbólica del evento, por ejemplo:


En una pedida de mano, la familia de la novia espera que el dote del novio sea lo suficientemente bueno para poder repartirlo entre la familia, en ese día tan especial se comparte el mezcal de pechuga que lleva el novio, uno de los mezcales más caros y característicos de la comunidad.
Aunque otros tipos de mezcales pudieran tener un mayor precio, el mezcal de pechuga es altamente valorado por la mezcla de frutas que se hace en el proceso y la tercera destilación adicional.


Hablando de una boda, la elección de mezcal es de los novios. Acorde a sus gustos son los sabores que ofrecerán a sus invitados.


En una mayordomía (celebración del día de un santo al cual se le tiene devoción por los favores realizados) el mezcal predilecto es el espadín por su sabor neutro y agradable al paladar. Si el mayordomo tiene un mayor presupuesto opta por dar ensambles a sus personas más allegadas, así como a las cocineros, ya que ellos son parte fundamental de las festividades.


En un difunto (como lo decimos coloquialmente), si la familia doliente no tiene recursos económicos, a los invitados solo se les reparte un plato de frijoles con huevo y el mezcal lo aportan los asistentes, ayudando a aminorar el dolor del momento.


Por lo regular en los XV años el mezcal que se ofrece es el mismo que fue dado por Guelaguetza (historial de ayuda con familiares, amigos y conocidos) un día anterior a la fiesta. Este deber moral depende de cada uno y se ajusta a sus posibilidades.


Las bebidas son un elemento que evoca felicidad, cada uno con sus particularidades pero desde el corazón. Todo momento especial se debe de conmemorar y qué mejor que hacerlo con fiesta, música y mezcal. ¡Salud!