La travesía del alma al Mictlán

La travesía del alma al Mictlán

El origen del Día de Muertos nos remota a nuestras raíces prehispánicas donde la interpretación de la vida y la muerte estaban cimentadas en el Mictlán, lugar del eterno descanso.

Para llegar al Mictlán el alma debe de atravesar obstáculos que fortalezcan el alma, y así poder ser recibidos por Mictlantecuhtli y la diosa Mictlancihuatl. Las leyendas cuentan que la travesía dura 4 años y se debe pasar 9 dimensiones para el ascenso:

    1. Apanoayan: Todos los fallecidos deben acceder por un río en donde un perro (el mismo que fue compañero en vida) les ayuda a pasar nadando a cuestas.
    2. Tepeme Monamictia: Lugar de las dos montañas que chocan siempre una contra la otra, si fallas serás triturado.
    3. Iztepetl: Cerro de obsidiana, piedra preciosa pero también filosa, que puede desgarrar la piel al pasar.
    4. Cehuecayan: Lugar donde al pasar las ropas se atoran en el hielo despojándote de todas las pertenencias que te cubren.
    5. Itzehecáyan: Sitio donde sopla el viento con rebabas de obsidiana y te corta a su paso.
    6. Teocoylehualoyan: Espacio donde aparece un jaguar y devora el corazón del difunto.
    7. Apanhuiayo: Lago de agua negra donde una lagartija llamada Xochitonal intentará frenar el avance.
    8. Chiconauapan: La orilla del río, último sitio antes del Mictlán.
    9. Finalmente, quienes hayan sobrellevado todos los anteriores obstáculos llevarán su alma al Mictlán, dulce hogar.

Los señores de la muerte del Mictlán reciben a las ánimas con un mensaje final: Han terminado tus penas, vete pues, a dormir tu sueño mortal.”

El viaje es largo, ya sea aquí o allá, pero al final del día alguien nos espera para ser cobijados con la calidez de la bienvenida y una dulce sonrisa que nos devuelve a la vida.
Abraza el recuerdo de tus seres queridos, ofréndales lo preciado de la vida, colores, aromas y sabores únicos de nuestro hogar, hazles saber que aún siguen vivos en el corazón vivaracho de la familia.

Bibliografía